Una de las principales decisiones a las que se enfrenta cualquier PYME española a la hora de afrontar su estrategia de digitalización empresarial es conocer los distintos tipos de software y elegir el más adecuado para su negocio.
La mayoría de empresas centran su estrategia en la contratación de un ERP, pero este tipo de software de gestión tiene sus limitaciones. Pero, ¿cuáles son?
El peligro que conlleva centralizar toda la estrategia de digitalización de una compañía en la contratación de un ERP es que se trata de un tipo de software poco flexible en la personalización de sus funcionalidades, que requiere de una gran inversión, es complejo de configurar, y está limitado a usuarios con perfiles más avanzados.
Además, el ERP nace para dar respuesta a las áreas más administrativas y abarcar operaciones transaccionales, pero en las organizaciones hay muchos más procesos que representan el verdadero core de cada negocio y que siguen gestionándose de manera manual.
Lo que diferencia a una empresa de otra, aunque sean del mismo sector, no es la manera en la que llevan la contabilidad, la tesorería o presentan sus impuestos. Eso deben hacerlo todas y de manera más o menos parecida. La diferencia radica en su estrategia de venta, en la calidad de su servicio, el trato a sus clientes, en cómo manejan y controlan los recursos humanos y, en general, en cómo analizan resultados y continuamente toman decisiones de negocio.
La proporción 80-20
Los procesos que incorporamos en el ERP suponen el 20% de las transacciones y de los datos que corren por nuestra empresa diariamente. Y, ¿qué pasa con el 80% restante? Necesitamos una herramienta que sea capaz de generar información estructurada de lo que pasa fuera del departamento financiero y compras.
Analogía de nuestra empresa vs nuestra vivienda
Todos necesitamos un frigorífico en casa. Todos los frigos hacen lo mismo: enfriar, congelar y conservar nuestros alimentos. Para nosotros el ERP es el frigo de nuestra casa. Todos son capaces de hacer lo mismo (porque además la mayoría de las cosas que hace un ERP ya las marca la ley). Hay muchas marcas y el mercado ha madurado de tal manera, que prácticamente todos son capaces de ayudarnos a realizar una buena gestión.
Para nosotros el resto de la casa es comparable con la información que no fluye por el ERP. Necesitamos una cama, un sofá, equipar nuestro salón, poner muebles auxiliares en el baño, en nuestra terraza. Todo es más personal, todo tiene que encajar mejor. Y el frigo sigue cerrado en la cocina conservando nuestros alimentos.